Ya
estamos en Copan, un precioso y tranquilo pueblo de interior,
fronterizo con Guatemala y conocido por sus ruinas mayas.
Vivimos
en la Casa Populorum, a 15 minutos andando del centro del pueblo. En
la casa viven 11 chicas de edades entre 16 y 22 años que van al
instituto. ACOES las beca y la estancia en la casa es gratuita a
cambio de que colaboren en los quehaceres de la misma: cocina,
limpieza, campo... como tambien en los proyectos que ACOES coordina:
centros infantiles, casas de ancianos, becas... El funcionamiento es
el mismo que el de todas las casas Populorum.
ACOES
significa asociación de colaboración y esfuerzo. Es por esta razón
que los chicos y chicas acogidos por la organización deben
colaborar.
Nuestro
trabajo consiste en hacer de «mama y papá» de las chicas
ayudándolas en sus estudios y en sus tareas de casa, proyectos...
Además, coordinamos el material de becas de las comunidades de Copan
así como las obras de escuelas que la organización financia. Por
otro lado, 15 días al mes, vienen a la casa chichos y chicas de
comunidades que estudian la ESO para hacer un refuerzo durante dos
semanas. También nos encargaremos de esta actividad.
En
estos momentos, en la casa tambien viven dos voluntarios que conocen
muy bien la casa: Marta, una psicóloga burgalesa que hace ya dos años y
medio que está aquí y que es la actual coordinadora de la casa. Además, está Elio, un pamplonés, que creo una organización hace 10
años solidaridad
globalizada, con el objetivo de
recaudar fondos para construir escuelas por el país. Son dos
fantásticas personas que nos están
ayudando a entender y saber todo el funcionamiento de la casa y los
proyectos.
Ademas
de las chicas y los voluntarios, en la casa convivimos con: 20
gallinas, tres gatos, un perro, patos, algunos pajaros, una família
de zarigueñas millones de hormigas, jejenes, diferentes tipos de
escarabajos, cucarachas miles de insectos, aracnidos, empeñados en
hacer mas agradable nuestra estancia.
El
proceso de adaptación familiar incluye a nuestras hijas. El pasado 1
de agosto empezaron la escuela. Estaban muy ilusionadas aunque
nerviosas porque no sabían como les iban a recibir los niños. El
hecho de llevar uniforme les encantó.
De
camino a la escuela John F. Kennedy, nos dimos cuenta de que éramos
los únicos padres que acompañaban a sus hijas al cole. Nosotros
que pensábamos interactuar con otros padres!! Era
chulo porque veias hileras de niños y niñas en los márgenes de la
carretera marchando hacia el colegio.
Al
segundo dia de escuela, las peques ya querían ir solas. Así que ya
están trabajando la autonomía.
La
escuela es de una única línea y se imparte primaria. Sólo tienen 4
profesores por lo que algunos cursos se hacen conjuntamente en una
misma aula. Esto es muy común en las escuelas de Honduras.
El
horario es de 7 de la mañana a 12 del medio día. Hay un descanso a
las 9 AM para la merienda (nuestro almuerzo). De la merienda se
encarga una mamá y le toca una vez al mes. La escuela proporciona
los ingredientes y los papas cocinan en casa.
Otro
aspecto curioso, es que las reuniones de profesores con padres se
realizan en horario escolar. Mientras tanto, los niños se van al
patio y se dedican a hacer deberes. Si un profesor se pone enfermo o
se pide fiesta un día, los niños de su curso no tienen clase.
Berta
y Alba llevan poco tiempo en la escuela pero les está costando. Alba
lleva una semana alargando una pequeña descomposición intestinal
para no ir a la escuela, barriga que le duele excepto si la invitamos
a un helado o un pastel dolor que le desaparece de inmediato.
La
manera de enseñar es diferente. Les hacen copiar en un cuaderno
muchas frases, algunas de la biblia que ni entienden, repetir
dibujos..... Por otro lado, les ponen muchos deberes cada dia y
aunque se lo toman con ganas es muy aburrido. Un día nos preguntaba
que lógica tenia repetir tantas veces lo mismo, que con dos ya lo
habia entendido que no hacia falta copiarlo 10 veces. Lo bueno es que
como no hay personal los alumnos y los padres son los responsables de
la limpieza de todo el centro, baños incluidos ( La gente de
Solidaridad Globalizada están intentando recaudar fondos para
construir unas nuevas letrinas).
Un
día, hablando con Berta, ésta me preguntó que cuando me tocaría
hacer la merienda para los niños de su clase. Yo le respondí que no
se preocupara porque me avisarían con unos días de antelación. Me
preguntó también que qué pensaba cocinar, a lo que le dije que
seguramente espaguetis con tomate. Ella me dijo que de acuerdo porque
casi siempre comían frijoles o arroz. También me comentó que debía
llevar muchas tortitas ya que los niños las utilizan de cubiertos.
Añadió que normalmente van dos mamas a llevar la comida y la bebida
porque es mucha por lo que me preguntó quien podría ir conmigo a lo
que respondí que papá me acompañaría. Ante mi respuesta, Berta se
quedó pensativa y me dijo que le daba vergüenza que su padre fuera
ya que solo iban mamás. Yo le dije que era bueno que papá fuera
para que los niños y niñas de su clase vieran cómo se hace las
cosas en otros países.
Todos
echamos de menos la escuela
de Sant Cugat.
Esperamos que poco a poco nos
vayamos
integrando.
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