Alba, la pequeña de
la familia, es un “todo terreno” y la que mejor se ha adaptado a
la situación aunque ha tenido sus momentos.
Le encanta comer con las manos ayudada por las tortillas, le gusta el chile, los canches, chupaletas… y un
sinfín de nombres que todavía no sabemos que son.
Los que conocen a
Alba saben que tiene mucho carácter y que es todo sentimiento para
bien y para mal. Los primeros meses lo exteriorizaba gritando que no
quería ir al cole cuando a las 5:30 AM sonaba la campana de la casa
y se tenía que levantar. El día que tocaba verdura o algún plato que no
era de su agrado, su manifiesto descontento afloraba también. Ha sido
duro tanto para Alba como para Berta adaptarse al horario de la casa.
De hecho, ha sido duro para toda la familia.
En la
casa vivimos normalmente 15 personas y cada dos semanas llegamos a
ser hasta 40. Imaginaros las caras de asombro de nuestros
cohabitantes cuyo carácter es mucho más tranquilo.
Una mañana, después
de dejar a Alba y a Berta en el busito camino a la escuela,
desayunando con uno de los muchachos de maestro en casa, éste nos
dijo que gracias a Alba, las niñas de la casa no querrían tener
hijos. Si el pasar por aquí ayuda a bajar la natalidad en Honduras,
nuestra presencia, sobretodo la de Alba habrá sido un éxito.
Las chicas de la
casa a veces nos preguntaban por qué no riñíamos a Alba a lo que les
respondíamos que sí que lo hacíamos hasta que me explicaron cómo las
mamás hondureñas riñen a sus niños: con la mano, correa...
Alba es pura
simpatía y se hace querer. Hace amigos con mucha facilidad y siempre que
salimos de casa, los niños vecinos o incluso personas mayores la
saludan por la calle. Es un sol, un poco temperamental.
Un petonet pel terremoto Alba!!!! Des de Bcn no em perdo ni una entrada!!! :)
ResponEliminaMoltes gràcies Eli, sempre ens fa gràcia que algú ens llegeixi i rebre algun comentari.
EliminaHem trobat un taller de ceràmica per tu
hahaha bravo per les politiques de control de la natalitat de l'Alba. Petons!
ResponEliminaM'encanta l'Alba, és clar que sí, si vol venir cap a aquí li tenim un lloc, al costat del terremoto d'en Ton! Us trobem a faltar! Un petó!
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